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Cuatro ejemplares de esta especie, recuperados del tráfico ilegal en diferentes zonas del país, iniciarán proceso de recuperación y de reintroducción en la Reserva Natural Rey Zamuro Matarredonda en el Meta.

MANIZALES.- Cuatro monos churucos, de la especie Lagotrix lagotricha, fueron trasladados desde los departamentos de Antioquia, Caldas y Cundinamarca hasta el Meta, donde volverán a la libertad en la Reserva Natural Rey Zamuro Matarredonda.

En una gestión conjunta entre Corpocaldas, Cornare, el Equipo de Fauna Silvestre del Área Metropolitana del Valle de Aburrá, Corantioquia y la Universidad CES, y la Secretaría Distrital de Medio Ambiente de Bogotá (SDA), los animales fueron seleccionados y revisados para participar en un proyecto de reintroducción de churucos. 

Estos ejemplares normalmente tienen pocas posibilidades de ser reintroducidos a sus entornos naturales, debido a que su recuperación requiere infraestructuras y procesos de difícil ejecución. Por eso, las entidades consideraron importante la oportunidad de incluirlos en el proyecto Implicaciones ecológicas y fisiológicas del proceso de rehabilitación y reintroducción de un grupo de monos churucos (Lagothrix spp.), en Colombia, ejecutado desde 2016 por el Laboratorio de Ecología de Bosques Tropicales y Primatología de la Universidad de los Andes en colaboración con Cormacarena. 

En este proceso se espera que los animales recuperen sus habilidades para reintroducirse a su medio natural: que a través de estímulos permanezcan en el dosel arbóreo, reconozcan los frutos silvestres, conformen un grupo que les permita interactuar y protegerse mutuamente, entre otros aspectos. Una vez los investigadores determinen que es viable, procederán a su liberación y monitoreo en la zona elegida, que cuenta con un bosque que puede proveer refugio y alimento a los primates.

Los churucos son uno de los primates más amenazados del país, categorizados como Vulnerables a la extinción según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Su tenencia en cautiverio les causa diversas enfermedades y comportamientos aberrantes, producto de la alimentación con comidas procesadas, el trato humanizado y el haber crecido lejos de sus semejantes. 

Además, los churucos tienen la función dentro del ecosistema de dispersar semillas. Así, se calcula que una manada de estos monos puede diseminar un promedio de hasta 200 especies de plantas anuales, lo que ayuda a mantener la estabilidad de los bosques. 

El individuo proveniente de Caldas ingresó en el mes de septiembre de 2019 al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre Montelindo, ubicado en la vereda Santagueda del municipio de Palestina, producto de una entrega voluntaria. 

Durante su estadía se le realizó valoración médica, biológica y zootécnica, además de enriquecimientos ambientales y nutricionales. En junio de 2019, el animal fue trasladado al Centro de Atención, Valoración y Rehabilitación de Victoria donde continuó su proceso de rehabilitación.  

En los Centros de Atención, Valoración y Rehabilitación de Fauna Silvestre de Corpocaldas permanecen entre 300 y 400 animales aproximadamente, y al año se atienden alrededor de 1.200 especímenes.