Cota, Diciembre 20 de 2011.- Un Águila Arpía ?la segunda más grande de esta especie en el país- que cayó de su nido debido a la tala de árboles en las selvas del Caquetá y que personal militar logró incautar cuando iba a ser vendida, es la cabeza más visible del bioparque La Reserva. No llegó lesionada, pero tampoco está capacitada para realizar sus imponentes vuelos por los bosques húmedos tropicales que habitaba, debido a que la convivencia con humanos le ha cambiado su comportamiento natural.
El Águila Arpía comparte el bioparque con otras aves rapaces como el águila real ?símbolo del escudo de Bogotá- y el gavilán pollero, que encuentran allí el hogar ideal para recuperarse y, en el mejor de los casos, retornar a su hábitat. Lo que se busca no es tener un zoológico, sino darles una segunda oportunidad a los animales silvestres que han sido víctimas del tráfico ilegal de especies, de la caza indiscriminada o, simplemente, de familias que las han convertido en exóticas mascotas.
Es por ello que en este atractivo lugar, resguardado por dos inmensas montañas bajo la niebla, en jurisdicción del municipio de Cota, un equipo interdisciplinario trabaja en proporcionarles las mejores condiciones de bienestar a sus huéspedes.
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